Quirónsalud Huelva refuerza la Unidad de Medicina Estética con la incorporación de Medicina Capilar

El Hospital Quirónsalud Huelva ha incorporado recientemente a su cartera de servicios de Medicina Estética, a la doctora Griselda Duarte Espínola, experta en medicina estética y capilar, que “no trata únicamente la caída definitiva del cabello”, sino que trabaja para tratar “numerosas alteraciones, puntuales o duraderas, del pelo y del cuero cabelludo de los pacientes”.

Según ha indicado el hospital en una nota de prensa, este tipo de problemas capilares es bastante común entre la población adulta, de ahí que exista un amplio abanico de tratamientos enfocados a solucionarlos. De hecho, la doctora ha explicado que el paso previo a determinar el tratamiento es “la realización de un diagnóstico exhaustivo y acertado que permita un conocimiento detallado de la patología del paciente” y por tanto “sea el punto de partida para un tratamiento acertado”.

En la consulta de Medicina Capilar se realiza a cada paciente una tricoscopia para valorar el estado de los folículos pilosos, las características del pelo y del cuero cabelludo y en casos necesarios se incluye una analítica y una biopsia.

En este sentido, la especialista ha señalado que son “numerosas” las causas que provocan la pérdida de densidad y caída del cabello, aunque la más prevalente es la alopecia androgénica (AGA) también conocida como alopecia o calvicie común, que “se caracteriza por darse tanto en hombres como en mujeres y por presentar un alto componente genético y hormonal”.

Con el objetivo de revertir las alteraciones hormonales, la Unidad de Medicina Estética presenta modernas técnicas y tratamientos adaptables a cada paciente y caso. Además, según ha señalado la doctora Duarte, “cuanto más precozmente el paciente acude a consulta y es valorado de manera personalizada mejores resultados obtiene”.

Como punto inicial, se encuentran los tratamientos no invasivos que se realizan en consulta siendo un procedimiento ambulatorio, como es el caso de la Mesoterapia capilar, que consiste en infiltraciones capilares con medicación pautada, que actúan de manera local reduciendo la acción de los andrógenos a nivel capilar. Estas infiltraciones incluyen también vitaminas y nutrientes que reactivan la actividad de los folículos pilosos para que el pelo gane densidad, grosor y vitalidad.

Otro de los procedimientos es el Plasma rico en plaquetas (PRP), que también se trata de infiltraciones capilares, pero en este caso se inyectan factores de crecimiento y proteínas extraídos de la propia sangre del paciente. Con él, según ha detallado Duarte, “se consigue una revitalización del cabello integral, mejorando su densidad, grosor y crecimiento siendo por ello uno de los tratamientos médicos más exitosos en la pérdida del cabello”.

Este tratamiento está también indicado tras un trasplante capilar ya que ayuda a potenciar el resultado del injerto. Las infiltraciones de plasma rico en plaquetas carecen de efectos secundarios y/o alergias ya que procede del propio paciente lo que excluye la posibilidad de rechazo.

“En ocasiones llega a consulta un paciente presentando una alopecia muy avanzada y detectamos una disminución de la actividad folicular en determinadas zonas, así como una involución progresiva de los folículos hasta su total desaparición. En este momento planteamos al paciente el trasplante capilar”, ha abundado.

Este procedimiento quirúrgico también conocido como injerto capilar consiste en implantar de manera minuciosa las unidades foliculares de la zona donante del propio paciente, que suele ser la zona occipital (entre la nuca y la coronilla).

Empleando la tecnología FUE, la doctora Duarte ha asegurado que ofrece resultados “muy naturales, así como una ausencia de cicatrices”. Además, es procedimiento ambulatorio, es decir, no requiere hospitalización, y se realiza con anestesia local, iniciándose por la mañana para que por la tarde el paciente regrese a su domicilio.

Tras el trasplante capilar, la doctora ha subrayado que es “importante” seguir los cuidados necesarios indicados por el equipo médico para asegurar una buena recuperación, como son evitar el sol y la actividad física intensa durante las primeras semanas; respetar los días de lavado indicados; hidratar las unidades foliculares; y tomar la medicación indicada.

Por último, la doctora ha remarcado que “la mejor parte del proceso llega cuando el paciente comienza a notar los resultados del injerto capilar, que suele ser a partir del tercer mes cuando el crecimiento del pelo nuevo es evidente”.

En todo este tiempo el paciente acudirá a revisiones pautadas para ir valorando la evolución y en ocasiones combinar con otros tratamientos capilares en consulta para favorecer la buena cicatrización y lograr un resultado óptimo.

 

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