La precisión en Medicina
Decía Siddhartha Mukherje, oncólogo y divulgador científico estadounidense y autor del libro El Emperador de todos los Males: Una Biografía del Cáncer, que “…tomar decisiones con informaciones perfectas es fácil, pero la práctica clínica moderna requiere tomar decisiones perfectas con informaciones imperfectas; por ello, la próxima revolución de la medicina no vendrá marcada por complejos algoritmos, sino por la capacidad de tomar decisiones razonables en entornos de incertidumbre”
Esto es así en gran medida. Y lo ha sido en mayor medida en épocas anteriores. La llegada de técnicas de imagen de gran precisión, como la tomografía axial, la resonancia magnética o la tomografía por emisión de positrones, por poner ejemplos conocidos, ha facilitado sobremanera un acceso incruento a la anatomía humana.
De la misma manera, el conocimiento de la biología molecular del cáncer está facilitando el acceso al diagnóstico más preciso y a una mejor caracterización de las enfermedades oncológicas. Sirva de ejemplo el cáncer de pulmón, un tumor para el que disponíamos, hasta hace pocos años, de un escaso parque terapéutico. Actualmente, somos capaces de identificar un buen número de alteraciones moleculares asociadas al desarrollo de este tumor, y somos también capaces de separarlo en diferentes entidades con comportamientos diferentes. Además, esa caracterización ha venido de la mano del desarrollo de fármacos dirigidos de forma específica contra dichas alteraciones, lo que se ha traducido en una importante mejoría del pronóstico de esta enfermedad. Y no solo en cáncer de pulmón, el tratamiento de otros tumores también se ha visto beneficiado de esta caracterización. Incluso somos capaces de detectar ADN circulante en el torrente sanguíneo que puede ayudarnos en la toma de decisiones, área que se ha visto facilitado por una mayor facilidad de acceso a técnicas de caracterización molecular como la secuenciación masiva de genes tumorales.
Sin embargo, seguimos moviéndonos en gran medida en el área de incertidumbre descrito por Mukherje, área en el que los conocimientos actuales aún están rodeados de la toma de decisiones complejas en el día a día. Todos deseamos que la oncología (y la medicina) de precisión llegue en mayor medida a nuestra labor habitual. Seguro que ello mejorará el grado de certeza en el que nos manejamos en la práctica diaria y facilitará la toma de decisiones correctas para nuestros pacientes. Como decía William Osler, “la medicina es una ciencia de la incertidumbre y un arte de la probabilidad”