¿A QUIEN HAGO CASO DR. BURGUEÑO?

A lo largo de mi larga vida de médico, esta ha sido la pregunta más frecuente que he recibido de mis enfermos. La medicina tiene muchos caminos para llegar al diagnóstico y muchos más aún para llegar al tratamiento más adecuado a cada enfermo. Y no siempre los médicos sabemos exponer las curvas, los baches y las ventajas de cada alternativa. Pasan los años y cada día me llaman más amigos que me preguntan sobre la gran batería de alternativas que les ofrece la medicina actual, lo que me obliga felizmente a tener que estar con el estudio constante para poder ayudar, nada menos a mis amigos, gran suerte de tenerlos y más de poder serles útil y que me obliguen a seguir con mi pasión en plena ebullición.

Pero ahora, son muchos los que me llaman para preguntarme, sobre qué le está pasando a la organización sanitaria, Y cada día más, de la pública y de la privada. Para ellos, me paso rato explicándoles el diagnostico tan infausto que tienen y el mal pronóstico que le auguro a la pública, porque es la que todos compartimos y se nos da obligada. De la privada puedo sentirme más optimista, porque ahí les digo, elige y sigue buscando qué elegir. Parece que todas la alternativas son similares , pero no. La capacidad que te ofrece la privada es de hacer crecer o cerrar una organización. Y ve haciéndolo pronto, en cuanto intuyas que los servicios se deterioran y que los médicos no están contentos, pregúntales dónde se van y sígueles, como siempre.

Pero, en la sanidad pública no tenemos esa capacidad, o, lo que es peor, la elección que el Sistema te permite, es peor ejercerla, porque ya se nota que si elijes un hospital sobre otro o un médico sobre el de al lado, poco después, te preguntas ¿no sé lo que le ha pasado a mi médico que ya no me atiende como antes?

Si usted ha llegado a esta página de ConfiSalud y da con este pequeño escrito, me permito alertarle sobre este problema tan frecuente. Y es que usted está acostumbrado en este mundo, a la manera de seleccionar los servicios que utiliza. Y usted, como yo, tiene al menos la capacidad de decir adiós a quien no le trata como usted desea. Y poco después, quizás tarde en algunos casos, se entera de que tal empresa o tal empleado ya no está. Todo eso ocurre al menos con alguna frecuencia, menos en el sistema sanitario que nos hemos creado y que se nos ha dicho que era el mejor del mundo. En la sanidad de España, tarde o temprano le dan a usted la sorpresa inversa. ¿Dónde está el médico, la enfermera que atendió tan bien a mi marido? Ya no está o ha cambiado en su práctica.

Y, es que usted lo entenderá muy simplemente. No sólo no existen incentivos, sino que esa enfermera o ese médico, que a usted le trata a su gusto, llega a su casa más preocupado. Si, también, por su enfermedad y porque sale el último, Y , asómbrese, al final del mes, del año, de su carrera profesional ha ido recibiendo enemistades entre sus compañeros, porque el sistema y la organización maltrata a quien ejerce su trabajo cada día mejor porque su vocación aún se lo exige. Es que hay dentro de los miles de trabajadores, algunos profesionales que cada día van a su trabajo, dando fe de su admirable vocación.

El día 21 se examinaron los aspirantes a MIR, aprobarán menos de la mitad de unos graduados que sufrieron una selección en la entrada en las Facultades de Medicina, han estudiado seis años. Han preparado el MIR , al menos un año y ahora se disponen a estar cuatro o cinco años y ¡que suerte! a cambiar de domicilio casi todos ellos, para hacer muchos, más de sesenta horas  a la semana y terminar, para ejercer esa profesión soñada que les puede deparar años de incertidumbre laboral y un salario que una cadena de televisión ayer exponía, mucho menos de la mitad que sus colegas europeos. No puede sorprendernos que ya en la entrada al MIR, el sueño de la nota es conseguir hacer Dermatología o Cirugía Plástica, según la misma cadena. Es que sabe usted, estas dos especialidades son apreciadas por la sociedad como se merecen.

¿Y qué hacer? Esta pregunta no es fácil de ser contestada. Parece ser que todos los políticos creen que ellos lo hacen muy bien, y que algunos tienen la osadía de seguir diciendo que España tiene la mejor sanidad del mundo. Les recomiendo que busquen en internet, “Franco inaugura una nueva Ciudad Sanitaria o Residencia”. Verán como esta en la raíz del problema. Cómo dice Nora Cotton a los políticos en Inglaterra, “no toquen más la sanidad; presupuesten lo que cuesta una buena calidad y dejen que la persona se lo busque. No intenten salvarnos la vida, por favor.”

Quizás algún partido en las próximas elecciones le diga algo parecido. Algún día se pensó así en algunas esferas de la sociedad y entró en algún programa político.

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