El TAC del Hospital La Inmaculada realiza casi 10.000 pruebas desde su puesta en marcha en julio de 2022
El sistema de tomografía axial computarizada (TAC) del Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa (Almería) ha realizado un total de 9.962 las exploraciones desde su renovación en julio de 2022, de modo que este equipo de última generación ha facilitado imágenes de alta calidad para una amplia gama de aplicaciones clínicas, lo que permite “una mayor precisión y comodidad del paciente y menor radiación”.
En su visita a la sala en la que se encuentra el renovado equipo, el delegado territorial de Salud y Consumo, Juan de la Cruz Belmonte, ha destacado la importancia de dotar a este hospital comarcal de un segundo TAC “que refuerza la cercanía de las tecnologías más avanzadas para la población del levante almeriense”.
En una nota, Belmonte ha detallado que “se trata de la renovación del sistema instalado en 2009 y que ha pasado de 16 a 64 cortes”. Ha recordado, asimismo, que “el hospital comarcal cuenta con otro equipo adquirido en 2020”. “La Inmaculada dispone de un nuevo equipo de resonancia, los nuevos ecógrafos portátiles, el ecocardio de alta resolución y la monitorización en planta, que antes no existía”, ha añadido.
Este TAC se integra en el proyecto ‘Huella de energía’, en el que se incluyen ya otros 75 equipos TAC de la región y con el que se optimiza el uso del diagnóstico a través de la homogeneización de protocolos y la reducción de la radiación utilizada.
Su incorporación se realiza, dentro del Plan de Inversión en Equipos de Alta Tecnología mediante financiación por la Unión Europea, a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) Next Generation EU.
El centro hospitalario de Huércal-Overa realizó hasta 2021 una media anual de 8.000 TAC; un examen de diagnóstico por imágenes que se utiliza para ayudar a detectar enfermedades y lesiones de manera rápida, indolora, no invasiva, precisa y con mayor detalle que los exámenes convencionales de rayos X.
Generalmente se emplea en patologías oncológicas, traumatológicas e infamatorias y en infecciones, entre otras, así como para guiar las biopsias y otros procedimientos; vigilar la respuesta a la quimioterapia, y planear y evaluar los resultados de la cirugía y de otros procedimientos como los trasplantes de órganos o los tratamientos de radiación para tumores.