El Dr. Abarca Cidón: un soñador para un pueblo
En los salones del actual Hotel Ritz, en el Fórum Europa dentro del Programa de Nueva Economia, disertó el día trece de enero el Doctor Abarca Cidón, ante un público que componía la mayor parte de la sociedad civil que nutre la Sanidad de Madrid y con las Autoridades que se responsabilizan de la Sanidad Pública de Madrid y de otras Autonomías que en presencia o bien on-line, siguieron las palabras de tan esperado profesional de la Medicina y que ostenta además, la Presidencia de la Fundación del IDIS (Instituto para el desarrollo e integración de la Sanidad) del que ya fuera su fundador y que aglutina a más de cien empresas que generan servicios y productos para la Sanidad Pública y Privada de España.
Al Dr. Abarca, le importa la Sanidad y cree, cómo ayer demostró, que su pasión es por encima de todo, la de ser un médico que piensa en el enfermo en su versión social y en el ciudadano en su versión política. Y, bajo este condicionante que no todo el mundo entiende , vino a dar un «grito apasionado», dirigido a la sociedad y a los responsables políticos, de alerta no exento de dramatismo, por lo que su conciencia de ciudadano y de médico, visualiza como situación crítica de la Sanidad Pública de España.
En un discurso preparado para hablar al auditorio, según anticipó, durante nueve minutos que se ajustaba a su guion, dio su visión que considero muy certera, sobre los grandes males que le asisten a la Sanidad de España. Y, siempre cómo ciudadano, y como médico se estuvo refiriendo a la Sanidad Pública. El objeto del discurso del Dr. Abarca, era venir a demostrar que su pensamiento y su esencia de médico y de persona apasionada es la preocupación por el bien de la sociedad en su conjunto. Su discurso está basado en el análisis de los grandes problemas que abaten al Sistema Público de la Sanidad.
En esta fase de su exposición ordenada, vino a advertir sobre los inicios de la intervención política en la Sanidad cómo pecado original en nuestro sistema sanitario. Nada menos que en los años 1963 y siguientes, se crea un modelo sanitario, que el Dr Abarca, titula de «intervención en la gestión», porque le generaba afección social a la Dictadura. Vino a expresar, cómo el Régimen en ese momento, desprecia centenares de Hospitales Públicos y Privados que la sociedad española había mantenido languideciendo, para crear una RED de Residencias y Ciudades Sanitarias de la Seguridad Social, de características modernas y de impacto social y político espectacular. Ahí es donde el Dr. Abarca encuentra el gen de la Intervención Política de la Sanidad.
El resumen de su diagnostico, como no puede ser de otra forma, agobia a quien le importa la sanidad de todos. Y , a partir de ahí se agarra la muleta de su afición taurina, para que el Presidente del Foro, y durante más de una hora le vaya soltando uno tras otro, los peores «morlacos de la ganadería», no taurina sino del sistema sanitario nacional. Y el Dr. Abarca, va recogiendo uno a uno los grandes temas y a cada uno le da su tratamiento con gran realismo y contundencia. Y ahí genera criterios y recetas que pueden ser cada uno de ellos un titular de prensa.
Y es que el Dr. Abarca ha venido con gran honestidad a dar una voz de alerta a una sociedad dormida ante un servicio que está en una grave situación y además, ahí su derecho personal a utilizar el Documento del Parlamento que por una gran mayoría votaron nuestros políticos tras de la primera fase de la Pandemia. Y esta honestidad, resulta muy difícil de ser entendida, y , o mejor, es más fácil d e ser tornada por quienes se pueden sentir señalados, o sus propios corifeos, para lanzar descalificaciones al papel que representa el propio Dr. Abarca.
Y es que, no habló en ningún momento el Presidente del IDIS, sino un ciudadano lleno de valentía y patriotismo que con su nutrida experiencia destripaba los problemas que se le ponían delante y daba su valiente solución.
Y cada una de las certeras opiniones y soluciones, son un gran titular. Una Resonancia en dos o tres meses le agobia al Dr. Abarca que sea la espera de un enfermo que puede tener un tumor cerebral. Un gran titular de un medico valiente que a a ser objeto de objeto de manipulación y de ofensa para quienes sabiéndolo, no lo remedian y será más fácil descalificar diciendo que es una opinión interesada para llevarse enfermos a los privados.
O tener la valentía de decir que los PAC con un médico sin medios es para ser cerrado, en lugares donde la Urgencia del Hospital está a diez minutos, y los políticos no saben ni decirles a la población lo que ellos deberían suponer. Y hasta poner los PAC en un añadido del Hospital para que los propios médicos de Primaria, a los que el Dr. Abarca dedicó buenos minutos, compartiendo su propia especialidad.
O, cuando se refiere al Modelo Alzira, como una solución y cómo se convierte en un despropósito su pase al Sistema. Si bien ahí, les concede, nada menos, que Valencia podría haber hecho una Empresa Publica, para que no se le pueda atribuir su defensa de lo privado que cuidó de continuo en su discurso, y en sus contestaciones a las preguntas que se le hicieron. Pero ya tenemos, la experiencia de Empresas Públicas que son peores que la gestión directa, en varias Autonomías.
Y su referencia a los Sindicatos de la Sanidad muy distantes de aquellos que dirigía quien se nos ha ido recientemente, Nicolas Redondo, junto a otro, que como el, siempre será recordado, Marcelino Camacho. Entonces, en la maltratada Transición, representando los intereses de todos los trabajadores, se colocaban ante sus compañeros de la sanidad diciendo no son vuestros intereses de lo que hablamos, sino los de todos cuando estamos en la órgano rector del INSALUD. Pero, el Dr. Abarca , con gran valentía les tilda de «lobby» más decisivo que el que representa en España los intereses de los centros privados
Por ello, mi resumen, es de mi titular, una voz que olvidándose de su ropaje, se convierte en el médico que lleva dentro, para ser un día un soñador para un pueblo. Ojalá le sirva a nuestra sociedad y gracias al ciudadano y al médico.
Antonio Burgueño Carbonell.