Ciudadano o persona
Vivimos en un mundo extraño, técnico, frío, y distante donde la persona ha sido sustituida fríamente y con alevosía por el “ciudadano” al modo de la Revolución Francesa… y esta situación ha a llegado para quedarse.
En esta sociedad post pandémica, en la que se ha instalado el miedo la sinrazón y el aislamiento, la Salud Mental anda de “capa caída” y esto es muy preocupante.
A lo anteriormente descrito hay que añadir que lo global ha suplantado a lo personal e individual y con la excusa de la democracia, nos hemos transformado en miembros de una colectividad que no está interesada en los valores, es en cierta medida, el principio de la despersonalización social.
Todos queremos solucionar nuestros problemas con médicos, psiquiatras, psicólogos y coach, y claro el precio ha sido caro.
La soledad con toda su carga negativa ha invadido el tejido social, se habla menos, se va deprisa, no se come, se devora: no se respira, se jadea; no se está triste, se está deprimido… y así un largo etc.
Se necesitan más personas y menos ciudadanos, se necesitan más vecinos y menos ciudadanos, se necesitan más compañeros y menos ciudadanos, en definitiva, o volvemos a las personas o nos quedamos sin nada.
Podríamos seguir en esta línea de pensamiento combativa pero no lo vamos a hacer, tenemos que ser optimistas y seguir hacia adelante, porque nuestros hijos nos lo agradecerán.
Palabra de psiquiatra políticamente incorrecto pero en la madurez.